El Portal, su muelle, el arrecife a Jerez y el ferrocarril (y II)

El Portal, su muelle, el arrecife a Jerez y el ferrocarril (y II)

 Al no haber tenido éxito el proyecto ferroviario, como es evidente se mantenía el mismo sistema de transporte. El Secretario del Ayuntamiento informaba el 29-4-1836 del estado ruinoso en que se encontraba el muelle del Portal, ‘que al no ser por un ligero reparo que ha realizado un particular, sería hacer las cargas y alijos por la corta del río, expuestos a continuas averías’; indicando que el camino que conduce de Jerez al Portal ‘es acaso el más transitado de España’, añadiendo que el Alcalde sabía que por parte de un bodeguero se habían arreglado los baches que impedían la comunicación de Jerez con el citado muelle, poniendo el arrecife en condiciones para que pudiesen transitar los carruajes.

En la década de los cuarenta del siglo XIX, y ante la importancia que adquiere el Muelle de El Portal, sobre todo al incremento que había tomado la exportación de vinos, interviene directamente el Gobierno, dictando la Regencia Provisional del Reino la R.O. de 23-2-1841, destinada a atender la rehabilitación del muelle del Portal y del camino que va desde dicho muelle a Jerez. La citada R.O. aparece promulgada en la Gaceta de Madrid de 28-2-1841, y en su artículo 1º establece: ‘A fin de reunir la suma de 1.300.000 reales que es necesaria para la reparación del muelle del Portal de Jerez y del camino que media desde dicho muelle y la ciudad, se autoriza a la Junta de comercio de esta, para que emita 1.300 acciones de 50 pesos fuertes cada una, las cuales desde el día de su imposición devengaran un interés anual del 6%’. A continuación regula los precios a pagar por cada carretada que utilice el camino, así como por embarque o desembarque en el muelle, reintegro de acciones, excepciones, la recaudación y aplicación de los fondos, etc., etc.

La recaudación y aplicación de los fondos obtenidos se haría por una Junta compuesta por dos personas nombradas por la Junta de comercio de Jerez, dos por el Ayuntamiento jerezano, otros dos por los accionistas, y presidida por el Jefe  político de Cádiz con delegación en uno de los alcaldes de la ciudad, debiendo cada año rendirse cuenta a la Diputación provincial. En cumplimiento del artículo 5º de la R.O., el 17-3-1841 la Junta de Comercio de Jerez comunica al Alcalde los dos miembros de la misma que iban a desempeñar el cargo de vocales en la Junta Administradora de los fondos necesarios para la reparación del arrecife y muelle del Portal, y al día siguiente, el Gobernador político de la provincia delega en el Alcalde Constitucional de Jerez la presidencia de la citada Junta Administradora de los fondos, asimismo, el Ayuntamiento nombra los dos vocales que le corresponde.

El 8-10-1841 el Ayuntamiento aprobó arrendar el puente de madera del río Guadalete a la Junta del Arrecife y Muelle del Portal, los miembros de dicha Junta se hacían cargo del puente bajo las bases que ellos mismos ofrecieron y el pago mensual de 300 reales de vellón.  

El hijo de José Díez Imbrechts, Luis Díez y Fernández de la Somera obtuvo  con fecha 16-8-1850 la concesión provisional para construir una línea férrea de 27,5 kilómetros de longitud de Jerez a Matagorda en el Trocadero, que posteriormente transfirió a una sociedad anónima presidida por Rafael Rivero, siendo aprobada la cesión por R.O. de 6-5-1851, y el capital necesario para su realización en 13.000.000 de reales. El 10-7-1851 el Ayuntamiento conoció por la documentación entregada por la empresa el trazado de la línea férrea, que partiría de Matagorda, donde los buques de todos los calados podrían atracar, cargar y descargar al costado del ferrocarril, este se dirige al Puerto de Santa María, cortando los ríos San Pedro y Guadalete, y continuando por El Portal  llegaría al  Egido en Jerez.

Las obras se iniciaron el 24-5-1852, y casi todo el material para el ferrocarril era importado, llegando en barco a la bahía, y desde allí era llevado por el río en barcazas, siendo descargado en el muelle del Puerto o en el del Portal.  Cuando en 1852 comenzó a editarse el periódico El Guadalete, publicaba semanalmente una reseña de las exportaciones e importaciones verificadas por el muelle del Portal. El 22-6-1854 fue inaugurado el primer tramo del citado ferrocarril, de Jerez al Puerto de Santa María de 14,573 kilómetros, la estación jerezana fue construida en el Egido (actual zona de Madre de dios, frente a la iglesia de los Descalzos), y recién inaugurada este tramo, la empresa ferroviaria establecía un servicio especial para llevar a la gente a tomar los baños en el río Guadalete junto al muelle del Portal, los precios de ida y vuelta eran de 3 reales/v en 3ª clase, y 5 reales/v en 2ª clase. 

El segundo tramo desde el Puerto de Santa María a los muelles de Matagorda en el Trocadero, fue inaugurado el 10-10-1856, por lo que el transporte de mercancías se realizaba directamente por ferrocarril entre Jerez y los muelles de Matagorda, quedando así superado los problemas que había planteado a lo largo de los años el camino y el muelle del Portal, que perdió ya toda la importancia que durante siglos había tenido.

Pero a pesar de que los vinos jerezanos ya eran transportados hasta el Trocadero para su carga en los barcos fondeados en la bahía, la vieja idea de llevar los vinos al río Guadalete para su embarque, buscando abaratar su transporte y facilitar así su exportación, no termina con el proyecto fallido de Díez Imbrechts, pues a finales del siglo XIX hubo otro intento de hacer un ferrocarril hasta el Portal, por idénticos motivos, pero con diferente trazado, aunque tampoco tuvo un final feliz. El nuevo intento de hacer una línea férrea hasta el río, se debe al portuense Agustín Merello y Alberti, que con fecha 4-10-1887 cede al jerezano Manuel J. Bertemati el proyecto con todos sus derechos y obligaciones. Pero el concesionario se vio obligado a renunciar a su proyecto, puesto que el tren Urbano que estaba ya en pleno funcionamiento fue adquirido por la Compañía de los ferrocarriles Andaluces, y el transporte de los vinos se hacía por tren desde los propios centros de producción (bodegas) hasta su embarque en el Trocadero.

La Compañía de Andaluces construyó en la barriada una estación apartadero, que desde el 1-1-1904 quedó habilitado para el servicio público de viajeros, y en mayo de 1913 se dotó al apartadero de una vía para el cruzamiento de trenes, quedando también ligada la vida de la barriada al ferrocarril durante más de 150 años, hasta que en julio de 2007, la línea férrea fue desviada y el tren dejó de circular por ella.  

No debemos olvidar que antes de que el ferrocarril solucionase los problemas que planteaban tener que llevar y traer las mercancías a la ciudad y desde esta al Portal, también nacieron proyectos para llevar el río hasta la Alcubilla, es decir, hasta la misma ciudad, ahorrándose el camino, y su permanente mantenimiento; pero esta es ya otra historia de nuestra ciudad y de su río.