EL FERROCARIL Y LA COMARCA DEL CAMPO DE GIBRALTAR (3ª parte)
LA LLEGADA DEL TREN (III)
Manuel Correro García, Presidente de La Trocha
La mañana del lunes 6 de octubre de 1890, Algeciras entra por la puerta grande del siglo XX al inaugurarse la primera de las tres secciones en que se dividió el ferrocarril Bobadilla-Algeciras. Este primer tramo comunica Algeciras con Jimena de la Frontera.
Los preparativos de la inauguración del ferrocarril habían roto la monótona vida de la burguesía local el día antes la llegada de la diligencia “La Madrileña” propiedad de los Sres. Marset que realizaba la ruta Cádiz-Algeciras en doce horas fue un acontecimiento, nunca esta ciudad había visto tantas personalidades viajar juntas.
Entre ellas llegó el diputado provincial y anteriormente diputado a Cortes por el Distrito de Algeciras Antonio Ruiz Tagle y Lasanta. La familia Ruiz Tagle es uno de los grupos más afianzados en la política gaditana desde mediados de siglo, prósperos propietarios y comerciantes, el fundador de la saga fue su abuelo Antonio, casado con María Manuel Paúl, era el sexto mayor contribuyente de Cádiz en 1833, llegó a ocupar el cargo de regidor y miembro de la Junta de Gobierno de la Provincia en 1834 y 1835. El padre del diputado, el ultraconservador Manuel Ruiz Tagle Paúl, nacido en 1822, volvería a entroncar gracias a su matrimonio con Margarita Lasanta Larios (Hija de Juan de Dios Lasanta) con otra de las familias acomodadas de Cádiz fue regidor en 1848 y 1849, diputado provincial en 1850 y posteriormente diputado a Cortes.
Antonio Ruiz Tagle se hospedó en la casa del presidente del comité conservador Rafael del Muro Joaristi, donde acudieron a saludarle numerosos simpatizantes, entre ellos el director-fundador de “La Dinastía” Rafael Viesca y Méndez (1861-1902) este medio era el órgano del partido liberal conservador en la provincia. El abogado Rafael Viesca fue diputado a Cortes, Senador del Reino y Director general, también estuvo Juan Noya director de “El Diario de Cádiz”.
Las celebraciones comenzaron el día anterior con una corrida de toros en la plaza de “La Perseverancia” en la que intervinieron los toreros: El Morenito, Colorín y Carrillo. Los toros aunque grandes y bravos resultaron resabiados no pudiendo lucirse los diestros, destacando por su valentía el banderillero “Dieguito”. El casino de Algeciras organizó un baile invitando a los socios, familiares, autoridades, la empresa y sus invitados a dulces, pastas, helados, refrescos y vino.
El día señalado se vistieron de gala los balcones de los edificios públicos y escasos edificios particulares a pesar del bando municipal que animaba a iluminar y adornar con colgaduras los balcones. La estación ferroviaria está enclavada en el “Huerto de la Noria”, esta finca de 5 fanegas fue comprada por la empresa constructora del ferrocarril a varios herederos de Pedro Salomón que la cargó con un vínculo de misas en el siglo XVII.
La empresa varió el cauce del río de la Miel y dividió la propiedad en dos, una parte la vendieron a Luis A. Lombard Bagueta para edificar una industria corchera a cambio de transportar todo el corcho a través del ferrocarril.
En el andén de la estación recibía a los invitados el abogado Francisco Vicente Montero Riera, director de lo contencioso, representante de la Compañía de ferrocarril de capital inglés llamada Sociedad Anónima The Algeciras (Gibraltar) Railway Company Limited y Jefe de la obra.
Pocos minutos faltaban para las diez de la mañana cuando llegaron el Comandante General del Campo de Gibraltar, el Mariscal de Campo José Gamir Maladen, los jefes del Ejército y de la Armada, presidente y fiscal de la Audiencia, cuerpo consular, alcaldes y comisiones de los pueblos y personalidades de Cádiz, Algeciras y Gibraltar. Con puntualidad inglesa comenzó el acto a las diez, llegando el Obispo de Lystra, vicario apostólico de Gibraltar, Monseñor Gonzalo Canillas Moreno, asistiendo el arcipreste Juan J. Machorro Amenábar y otros sacerdotes de la comarca, vestidos de pontifical y báculo. Terminada la bendición a las once menos veinte, el pitido del tren decimonónico engalanado con flores y banderas dio comienzo la salida entre vivas y clamor general del público que abarrotaba la tribuna saludan con pañuelos y sombreros. En el coche del centro viajaban el obispo, el presidente de la Audiencia, el arcipreste y el ingeniero y director general de la compañía el inglés Jaime Fhorde Archer y el abogado Francisco Montero. Un inglés fotografía la ocasión, al ponerse en marcha el tren se disparan cohetes colocados sobre la vía. Pasó el tren por el puente de Pajarete y atravesó la carretera de Los Barrios, los terrenos del “Huerto de la Rosa”, donde tuvo lugar la inauguración de las obras el 1 de septiembre de 1888,(http://asociacionlatrocha.blogspot.com/2011/04/el-ferrocarril-y-la-comarca-del-campo.html) atravesó el puente de hierro de Palmones y dejó atrás la estación de Los Barrios sin detenerse. Llegó al río Guadarranque, las primeras aguas de otoño han conseguido teñir la campiña de verde y a la derecha Gibraltar, y la bahía de Algeciras retratan una estampa inigualable. En la estación de San Roque por donde pasa despacio sin detenerse un numeroso público ovaciona la comitiva, la banda de música de la ciudad toca la marcha real. Recordemos que San Roque viendo el desarrollo económico que supone el tren acuerda hacer una suscripción voluntaria entre los vecinos para arreglar la carretera que une a la ciudad con la estación un primer tramo, el cuartel hasta el molino de Fonteta, y el segundo del molino a la estación. Este proyecto concluirá con la inauguración de la totalidad de la línea Algeciras-Bobadilla en 1892. Pasada la venta de Gámez se atraviesan los montes de la Almoraima, a la izquierda el antiguo convento de Mercedarios propiedad de los duques de Medinaceli y el pueblo de Castellar de la Frontera, entrando en Bocaleones. También a la izquierda el caserío de Santa Clara, lugar de retiro de Francisco María Montero Delgado (padre del abogado Francisco Montero) famoso médico en San Roque que fue diputado a Cortes, Juez de Paz, escritor y además dedicó sus esfuerzos a la tención de los pobres de la comarca.
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