La estación fantasma
La terminal de mercancías de la Ciudad del Transporte de Jerez, otro caso de dinero público despilfarrado Cumple ya 14 años sin más actividad que el mantenimiento de vagones
ÁNGEL ESPEJO JEREZ
Hay aeropuertos sin aviones y estaciones sin trenes y sin mercancías, como ocurre en la terminal fantasma de la Ciudad del Transporte de Jerez, que diez años después de su puesta en servicio sigue inactiva al no haberse cargado un sólo contenedor en sus instalaciones, la principal de las funciones para la que fue concebida.
En los años del todo vale previos al estallido de la crisis, las administraciones públicas competían por igual en la carrera del gasto desmesurado, generalmente grandes infraestructuras o macro-proyectos a cada cual más fabuloso, muchos de ellos fracasados sin ni siquiera haberse estrenado.
El mundo al revés. La crisis económica sacó a la luz numerosos casos de despilfarro de ingentes cantidades de dinero público en proyectos que en unos casos tenían fines propagandísticos como el del aeropuerto de Castellón, instalación a todas luces inviable como muchas otros aeródromos construidos en los últimos años en el país, y que en otros casos nunca llegaron a cuajar por el drástico giro de la coyuntura económica, por mala gestión o por falta de previsión, o incluso por una mezcla de algunos de estos factores o todos a la vez.
Es el caso de la estación de mercancías de Jerez y de la Ciudad del Transporte en la que se enclava, la primera con una inversión estatal de 7 millones de euros fruto de un convenio suscrito en 1995 entre el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, y la segunda, promovida por la Administración local y la empresa estatal del suelo Sepes, con un montante de 30 millones de euros. En suma, 37 millones de euros tirados a la basura.
La estación de mercancías construida por el Ministerio de Fomento y tutelada por Adif es una moderna instalación ferroviaria concebida, y anunciada, con toda la parafernalia, como uno de los principales ingredientes del centro logístico intermodal del transporte por tierra, aire y mar en que se suponía que iba a convertirse a Jerez por su ubicación estratégica como nudo de comunicaciones de la provincia.
La explicación oficial del administrador de infraestructuras ferroviarias a la falta de la actividad que da nombre a la terminal jerezana, que únicamente presta servicio como apartadero para el mantenimiento de vagones de Renfe, es la ausencia de demanda. Sin embargo, fuentes municipales señalan que el propio ente ferroviario tiene parte de culpa en esta situación, ya que mantuvo en activo las obsoletas instalaciones para la carga de mercancías anexas a la estación de pasajeros de El Puerto, en las que además ofertaba el servicio con tarifas más económicas que las asignadas a Jerez por su mayor distancia hasta el puerto de Cádiz, punto de entrada de las mercancías.
Adif se lava las manos y apunta tanto al Ministerio de Fomento como a una serie de factores que impidieron el despegue de la estación de mercancías bajo su gestión en Jerez. Desde el departamento de prensa del administrador de infraestructuras ferroviarias aseguran que todo se volvió en contra de la instalación de la Ciudad del Transporte, pues ni el gran proyecto logístico inicial se desarrolló como estaba previsto, ni acompañó el momento económico.
"El Gobierno construye y a nosotros nos encomienda la gestión y el mantenimiento de las instalaciones", alega el portavoz de prensa de la Gerencia Sur de Adif, quien apunta que la estación de mercancías de Jerez podría tener actividad en un futuro, siempre que el sector privado se implicara en su gestión como ha ocurrido recientemente en Mérida -ver información anexa-.
El mismo responsable de prensa, que no entra a valorar si se asumió un riesgo innecesario al apostar con antelación por el hipotético futuro centro logístico sin tener garantizado un mínimo de actividad, recuerda que el proyecto de la terminal de mercancías jerezana se vinculó en su origen a la elevación del trazado férreo en la ciudad, actuación en la que se invirtieron 30 millones de euros, de los que diez millones salieron de las arcas del Ministerio de Fomento, por tanto, sólo tres más de lo que costó la estación de la Ciudad del Transporte, lo que da una idea de la magnitud de la inversión realizada.
Lo cierto es que desde la puesta en servicio de la terminal, que el entonces ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos inauguró oficialmente un año después con motivo de su visita a la ciudad para el corte de cinta de la conexión entre el aeropuerto y la autopista, ni se ha movido un contenedor en las instalaciones ni se ha hecho el más mínimo intento por explotar su potencial.
Con motivo de la inauguración oficial en septiembre de 2001, Álvarez Cascos declaró que la estación de mercancías permitirá "que el área de Jerez se asiente como una zona logística de intercambio modal entre el transporte por carretera y ferrocarril, fomentando los tráficos, fundamentalmente ferroviarios, para mejorar su capacidad de captación frente a la carretera".
Y en la nota informativa emitida con motivo de su puesta en servicio a finales del 2000, Renfe exaltaba las instalaciones tanto por su capacidad como por su potencial, al señalar que "la nueva terminal de mercancías está preparada para recibir todo tipo de material ferroviario especializado, tanto vagones como contenedores, lo que la prepara para recibir y expedir todo tipo de tráficos y productos".
Pero 14 años después, expediciones ninguna y mantenimiento de vagones, poco y con el mínimo personal, señalan fuentes municipales conocedoras de todo el proceso, no sin recordar que el Ayuntamiento remitió hace muchos años atrás una carta al ente ferroviario que dio pie a una reunión técnica con el director general de Infraestructuras de Renfe. En el momento que haya demanda se traslada el personal y la maquinaria que sea necesaria, fue su respuesta.
La parte municipal concluyó que no había interés por buscar soluciones. Es más, los responsables de Urbanismo, por entonces bajo la gerencia aún del ex alcalde Pedro Pacheco, interpretaron que había un conflicto de intereses con trasfondo económico-político que impedía en aquel momento desviar el tráfico de mercancías desde las instalaciones de El Puerto.
Renfe canaliza en la actualidad el transporte de grandes mercancías directamente desde el puerto de Cádiz, mientras que la estación de la Ciudad del Transporte se ha limitado a atender algún servicio de graneles, entre otros motivos porque la terminal jerezana no dispone del equipamiento necesario para la carga de contenedores.
Jerez tiene la infraestructura básica -edificios y naves, vías de circulación y estacionamiento, playa de contenedores, muelle de carga y báscula de pesaje de los vagones-, pero carece de la maquinaria elemental, básicamente un puente grúa -que se puede trasladar por las vías- y el sistema intermodal -como el denominado roll-in roll-out que permite subir los contenedores o incluso el camión entero con la carga al tren-, que requieren una inversión mínima adicional de cerca de dos millones de euros.
En los años del todo vale previos al estallido de la crisis, las administraciones públicas competían por igual en la carrera del gasto desmesurado, generalmente grandes infraestructuras o macro-proyectos a cada cual más fabuloso, muchos de ellos fracasados sin ni siquiera haberse estrenado.
El mundo al revés. La crisis económica sacó a la luz numerosos casos de despilfarro de ingentes cantidades de dinero público en proyectos que en unos casos tenían fines propagandísticos como el del aeropuerto de Castellón, instalación a todas luces inviable como muchas otros aeródromos construidos en los últimos años en el país, y que en otros casos nunca llegaron a cuajar por el drástico giro de la coyuntura económica, por mala gestión o por falta de previsión, o incluso por una mezcla de algunos de estos factores o todos a la vez.
Es el caso de la estación de mercancías de Jerez y de la Ciudad del Transporte en la que se enclava, la primera con una inversión estatal de 7 millones de euros fruto de un convenio suscrito en 1995 entre el Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, y la segunda, promovida por la Administración local y la empresa estatal del suelo Sepes, con un montante de 30 millones de euros. En suma, 37 millones de euros tirados a la basura.
La estación de mercancías construida por el Ministerio de Fomento y tutelada por Adif es una moderna instalación ferroviaria concebida, y anunciada, con toda la parafernalia, como uno de los principales ingredientes del centro logístico intermodal del transporte por tierra, aire y mar en que se suponía que iba a convertirse a Jerez por su ubicación estratégica como nudo de comunicaciones de la provincia.
La explicación oficial del administrador de infraestructuras ferroviarias a la falta de la actividad que da nombre a la terminal jerezana, que únicamente presta servicio como apartadero para el mantenimiento de vagones de Renfe, es la ausencia de demanda. Sin embargo, fuentes municipales señalan que el propio ente ferroviario tiene parte de culpa en esta situación, ya que mantuvo en activo las obsoletas instalaciones para la carga de mercancías anexas a la estación de pasajeros de El Puerto, en las que además ofertaba el servicio con tarifas más económicas que las asignadas a Jerez por su mayor distancia hasta el puerto de Cádiz, punto de entrada de las mercancías.
Adif se lava las manos y apunta tanto al Ministerio de Fomento como a una serie de factores que impidieron el despegue de la estación de mercancías bajo su gestión en Jerez. Desde el departamento de prensa del administrador de infraestructuras ferroviarias aseguran que todo se volvió en contra de la instalación de la Ciudad del Transporte, pues ni el gran proyecto logístico inicial se desarrolló como estaba previsto, ni acompañó el momento económico.
"El Gobierno construye y a nosotros nos encomienda la gestión y el mantenimiento de las instalaciones", alega el portavoz de prensa de la Gerencia Sur de Adif, quien apunta que la estación de mercancías de Jerez podría tener actividad en un futuro, siempre que el sector privado se implicara en su gestión como ha ocurrido recientemente en Mérida -ver información anexa-.
El mismo responsable de prensa, que no entra a valorar si se asumió un riesgo innecesario al apostar con antelación por el hipotético futuro centro logístico sin tener garantizado un mínimo de actividad, recuerda que el proyecto de la terminal de mercancías jerezana se vinculó en su origen a la elevación del trazado férreo en la ciudad, actuación en la que se invirtieron 30 millones de euros, de los que diez millones salieron de las arcas del Ministerio de Fomento, por tanto, sólo tres más de lo que costó la estación de la Ciudad del Transporte, lo que da una idea de la magnitud de la inversión realizada.
Lo cierto es que desde la puesta en servicio de la terminal, que el entonces ministro de Fomento Francisco Álvarez Cascos inauguró oficialmente un año después con motivo de su visita a la ciudad para el corte de cinta de la conexión entre el aeropuerto y la autopista, ni se ha movido un contenedor en las instalaciones ni se ha hecho el más mínimo intento por explotar su potencial.
Con motivo de la inauguración oficial en septiembre de 2001, Álvarez Cascos declaró que la estación de mercancías permitirá "que el área de Jerez se asiente como una zona logística de intercambio modal entre el transporte por carretera y ferrocarril, fomentando los tráficos, fundamentalmente ferroviarios, para mejorar su capacidad de captación frente a la carretera".
Y en la nota informativa emitida con motivo de su puesta en servicio a finales del 2000, Renfe exaltaba las instalaciones tanto por su capacidad como por su potencial, al señalar que "la nueva terminal de mercancías está preparada para recibir todo tipo de material ferroviario especializado, tanto vagones como contenedores, lo que la prepara para recibir y expedir todo tipo de tráficos y productos".
Pero 14 años después, expediciones ninguna y mantenimiento de vagones, poco y con el mínimo personal, señalan fuentes municipales conocedoras de todo el proceso, no sin recordar que el Ayuntamiento remitió hace muchos años atrás una carta al ente ferroviario que dio pie a una reunión técnica con el director general de Infraestructuras de Renfe. En el momento que haya demanda se traslada el personal y la maquinaria que sea necesaria, fue su respuesta.
La parte municipal concluyó que no había interés por buscar soluciones. Es más, los responsables de Urbanismo, por entonces bajo la gerencia aún del ex alcalde Pedro Pacheco, interpretaron que había un conflicto de intereses con trasfondo económico-político que impedía en aquel momento desviar el tráfico de mercancías desde las instalaciones de El Puerto.
Renfe canaliza en la actualidad el transporte de grandes mercancías directamente desde el puerto de Cádiz, mientras que la estación de la Ciudad del Transporte se ha limitado a atender algún servicio de graneles, entre otros motivos porque la terminal jerezana no dispone del equipamiento necesario para la carga de contenedores.
Jerez tiene la infraestructura básica -edificios y naves, vías de circulación y estacionamiento, playa de contenedores, muelle de carga y báscula de pesaje de los vagones-, pero carece de la maquinaria elemental, básicamente un puente grúa -que se puede trasladar por las vías- y el sistema intermodal -como el denominado roll-in roll-out que permite subir los contenedores o incluso el camión entero con la carga al tren-, que requieren una inversión mínima adicional de cerca de dos millones de euros.
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