El primer proyecto de tren español ‘Jerez – El Portal’ en el año 1829 #JerezSinFronteras
En 1829, justo cuando estaba a punto de terminar de construirse en Inglaterra, por J. Stephenson, la famosa línea entre Manchester y Liverpool, en España ya se había solicitado la concesión de un camino de hierro por parte del empresario gaditano José Díez Imbrechts. Se trataba de la concesión para la construcción y explotación de una línea de ferrocarril, de 5,83 kilómetros de longitud, entre Jerez y la localidad de El Portal donde, sobre el río Guantelete, se construiría un muelle, con el fin de transportar las botas de vino desde las bodegas jerezanas, transporte que se hacía con carros, para luego embarcarlas en lanchas hasta los navíos fondeados en la bahía de Cádiz. Dicha concesión fue otorgada por RO de 23 de septiembre de 1829 por un período de 50 años, y confirmada posteriormente por otra RO de 16 de julio de 1830.
José Díez Imbrechts pensaba obtener del capital privado la financiación necesaria para la línea de ferrocarril. El empresario gaditano, que mantenía relaciones comerciales con financieros ingleses y españoles, creó, a tal efecto, una sociedad de la que formó parte el editor y hombre de negocios sevillano Marcelino Calero y Portocarrero, afincado en Londres, donde publicaba una revista en español titulada Semanario de Agricultura y Artes, y que conocía de primera mano la evolución de la construcción de ferrocarriles en Inglaterra.
Sin embargo, el éxito comercial de la empresa no se correspondió con el entusiasmo inicial y las suscripciones no se llevaron a cabo. Díez Imbrechts desistió del proyecto y lo traspasó a Marcelino Calero, quien solicitó al Gobierno una nueva concesión ferroviaria, esta vez entre Jerez, Sanlúcar de Barrameda, el Puerto de Santa María y Rota, que se concedió el 28 de marzo de 1830, por veinticinco años, autorizándose “el uso de terrenos de propiedad particular y común, el aprovechamiento de maderas y montes comunales y baldíos, y la introducción, libre de derechos arancelarios, del material imprescindible para la construcción y funcionamiento del ferrocarril.” Para ello, Calero constituyó una empresa denominada “Empresa del camino de hierro de la reina María Cristina” cuyo anuncio de constitución apareció en la Gaceta de Madrid el 31 de agosto de 1830.
La primera línea de ferrocarril construida en la península Ibérica, se inauguró el 28 de octubre de 1848 entre Barcelona y Mataró.
La Maquinilla de Jerez. Museo del Ferrocarril en Delicias (Madrid)
La Maquinilla de Jerez. Museo del Ferrocarril en Delicias (Madrid).
La Maquinilla de Jerez. Museo del Ferrocarril en Delicias (Madrid).
Vista de la Maquinilla descansando en el Museo del Ferrocarril. Delicias. Madrid.
Cupón de la primera locomotora de Jerez. La llamaban la maquinilla.
Tren urbano de Jerez en una de sus paradas para la recogida de pasajeros a comienzos de la calle Muro.
Entrada a la Bodega del Marques del Merito.
Preparando las botas de vino.
Preparando las botas de vino.
Botas preparadas para su embarque.
Embarque de vinos en Gozález-Byass.
Cargando el tren con botas de vino bajo la atenta mirada del capataz de la bodega.
Embarque de vino en la bodega.
Antiguo Ferro-bus entrando en antigua vía 2 de la estación ferroviaria de Jerez.
Embarque de las botas al tren.
Tarjeta para poder viajar en ferrocarril expedida por la Estación de Jerez el 5 de diciembre de 1940.
Curioso botón de una casaca ferroviaria del ferrocarril de Jerez.
Antiguas vías del tren por el urbano.
Las imágenes corresponden al funicular que comunicaba la bodega de extracción o Cuadrada, con el apartadero donde se embarcaban las botas en el ferrocarril urbano. Pero no se corresponde con la cuesta del Cochino, que actualmente lleva el nombre de calle Unión y está integrada en las Bodegas González Byass; entre la bodega de la Constancia y la de Los Apóstoles.
Las imágenes corresponden al funicular que comunicaba la bodega de extracción o Cuadrada, con el apartadero donde se embarcaban las botas en el ferrocarril urbano. Pero no se corresponde con la cuesta del Cochino, que actualmente lleva el nombre de calle Unión y está integrada en las Bodegas González Byass; entre la bodega de la Constancia y la de Los Apóstoles.
Las imágenes corresponden al funicular que comunicaba la bodega de extracción o Cuadrada, con el apartadero donde se embarcaban las botas en el ferrocarril urbano. Pero no se corresponde con la cuesta del Cochino, que actualmente lleva el nombre de calle Unión y está integrada en las Bodegas González Byass; entre la bodega de la Constancia y la de Los
1 comentario:
Ver estas preciosas máquinas a vapor te transportan a otros tiempos y películas como el Maquinista de la General...
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