EL PUERTO JEREZ, PRIMER TREN DE ANDALUCÍA.
En el IV Congreso de Historia Ferroviaria se estableció de forma categórica y definitiva la cronología de las concesiones y puesta en marcha de líneas ferroviarias en España, confirmando que el tramo Jerez – El Puerto fue, con diferencia, el primer camino de hierro de Andalucía, en 1854.
Hoy 22 de junio se cumplen 156 años de ese evento. No es cierto, sin embargo, como se ha propagado en muchos textos y yo mismo he creído, que fuese la tercera de España, después de las líneas férreas de Barcelona a Mataró (1848) y Madrid-Aranjuez (1851). La realidad es que se inauguró tan solo dos días después de la línea Tembleque-Almansa, que hacía la 9ª en orden cronológico, habiéndose inaugurado en esos tres años transcurridos varias líneas en el país valenciano, (Valencia-Grao; Valencia-Silla; Silla-Benifayó; Carcagente-Alcira y Alcira-Benifayó) otra más en Cataluña (Barcelona-Molins del Rey) y el enlace de Aranjuez con Tembleque.
Puente del ferrocarril, sobre el río Guadalete a su paso por El Puerto.
Dos años después se prolongaría la línea 13 kilómetros y medio hasta una terminal marítima en la zona donde había estado el fuerte militar del Trocadero, arrasado por los franceses un cuarto de siglo antes y, finalmente, llegaría a Cádiz en 1861. El año anterior se había completado el tramo Sevilla-Jerez, con lo que desde el 13 de marzo de 1861 estaban comunicadas plenamente y también por primera vez dos capitales andaluzas.
Para esa fecha el auge de este medio de transporte para viajeros y mercancías en media distancia en toda la península era espectacular e, incluso, una década después, con una diferencia de meses tan solo, dos ciudades bien distantes una de otra: Zaragoza y Jerez instalaron sendos servicios de ferrocarriles urbanos. El de Zaragoza tenía una extensión de 3,7 Km y el de Jerez (Jerez Estación-Jerez Pueblo) casi cinco kilómetros. De ahí se pasó a la gran distancia, uniendo los ramales construidos en cada región hasta formar las grandes líneas ferroviarias radiales que comunicaba la capital del estado con las más importantes ciudades y capitales de provincias.
EL TREN DE LA COSTA.
Otro hito histórico en la historia de los ferrocarriles andaluces y nuestra ciudad lo marcó la creación y puesta en marcha de una línea que enlazaba El Puerto con Sanlúcar de Barrameda. Por su trazado -El Puerto, Rota, La Ballena, Chipiona, Sanlúcar y Bonanza- se le denominó “Tren de la Costa”. Las obras duraron 16 años, inaugurándose la línea férrea con toda solemnidad el año que se conmemoraba el IV Centenario del Descubrimiento. Sin embargo los promotores locales en el primer año fueron a la bancarrota, haciéndose cargo de la concesión la Compañía Belga de Ferrocarriles Vecinales de Andalucía, cuyas oficinas estaban en la calle Cielo número 82, frente a la bodega de Velarde, actualmente un aparcamiento. Esta compañía mejoró la seguridad y la regularidad del servicio, aunque la rentabilidad no fue la esperada, abandonando la concesión a favor de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces que mantuvo la explotación hasta 1936, fecha en que el estado expropió CFA como consecuencia de los constantes números rojos de sus cuentas de resultados. Y después de la Guerra Civil, con la creación de RENFE el servicio pasó a gestionarlo dicha compañía estatal hasta su cancelación por falta de rentabilidad, que forzó la cancelación de la línea al finalizar 1984. Le faltó un lustro y pico para ser una línea centenaria.
Las piezas del antiguo puente de trenes de San Alejandro, que se instalará junto al parque de Los Toruños.
VICENTE MERELLO ALBERTI.
Estos dos eventos mencionados tienen una especie de complemento en un proyecto ferroviario que, si bien nunca llegó a realizarse, fue diseñado y registrado como propio por el portuense o porteño Vicente Merello Alberti. En la distancia de un siglo y cuarto que nos separa de esa fecha, y con la debida reserva, pensamos que fue su hermano Julio, el autor de dicho proyecto. Se trataba de una línea de carácter industrial que, partiendo de Jerez, llegaba a la margen del río Guadalete, navegable en esa época hasta El Portal, bordeando la Sierra de San Cristóbal, en cuyas canteras iría una estación de carga y descarga, al igual que otra en un muelle sobre el Guadalete antes del paraje denominado “La Corta”.
El 1 de agosto de 1886 presentó el proyecto de su trazado, de una longitud de 8.280 metros, a las autoridades municipales jerezanas, estando previsto su enlace en la Alcubilla con el tren urbano existente, al que nos referimos anteriormente. (A la izquierda Manuel J. Bertemati).
Un año después obtuvo la aprobación técnica del proyecto, (R.O. 10-8-1887) y la concesión de la explotación por 99 años. Dos meses después cede –vende, suponemos– el proyecto con todos sus derechos y obligaciones a Manuel J. Bertemati, de Jerez, el cual, tras no pocas incidencias e intentos de llevarlo a cabo, desiste del mismo antes de cumplirse el plazo de tres años que tenía para realizar las obras correspondientes. (Textos: Antonio Gutiérrez. A.C. Puertoguía)
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