A finales del siglo XIX se planeó la construcción de un ferrocarril que pasara por Ubrique
Revista Ilustrada de Vías Férreas, varios números de 1893 a 1895.
Por Jose María Gavira Vallejo
Como es sabido, durante la Dictadura de Primo de Rivera se proyectó y empezó a construir una línea ferroviaria entre Jerez y Almargen. Pero las obras no concluyeron y nunca circuló ningún tren por aquel trazado de túneles, terraplenes y viaductos que tan primorosamente se planeó.
Hoy día, el tramo de esta vía entre Puerto Serrano y Olvera se ha convertido en un magnífico
camino para pasear y disfrutar de la naturaleza, perfectamente
explanado y con el gran atractivo (sobre todo para los niños) de que
parte de él transcurre a través de túneles. Se denomina Vía Verde de la Sierra, y recientemente ha recibido un premio europeo. (Si no la conocen y tienen interés, les recomendamos que empiecen recorriendo el tramo entre Coripe y Zaframagón.)
Nuestro paisano Fernando Sígler ha escrito un magnífico y documentado artículo sobre la historia de aquel ferrocarril frustrado. Pueden leerlo en Sierradecadiz.com.
Queremos comentarles al respecto que existieron otros interesantes proyectos de conexión ferroviaria con la Sierra de Cádiz, si bien quedaron en estadios incluso más prematuros que la línea Jerez-Almargen.
Si alguno de ellos se hubiera materializado, con seguridad constituiría
hoy un valioso recurso económico y turístico para nuestro pueblo
(aunque nunca alcanzaría la categoría del plan que abriga la CTCB (Compañía Teleférica Cabezas-Bautista)). Uno de estos proyectos ferroviarios consistía en enlazar por tren Ubrique con Grazalema.
El número 3 del año I de la Revista Ilustrada de Vías Férreas (RIVF) del 1 de marzo de 1893 se hacía eco de una solicitud presentada por los Ayuntamientos de Ubrique y El Bosque y la Cámara de Comercio de Jerez al Ministerio de Fomento para que la línea ferroviaria prevista entre Jerez y Cortes pasara por nuestro pueblo. (En aquel momento ya se hablaba también, por cierto, de un tren entre Jerez y Arcos.)
La misma revista, en su número 7 (del 1 de mayo de 1893) nos informaba de la existencia real de un proyecto de ferrocarril de vía estrecha entre Jerez y Grazalema que pasaría por Ubrique:
Aproximadamente un año más tarde (15 de marzo de 1894) la RIVF informaba de la existencia de reparos y dificultades en el tramo entre Ubrique y Grazalema:
Meses más tarde se daban novedades sobre el estado de uno de estos proyectos (RIVF, 5 enero 1895):
José Marchena Domínguez, autor del estudio Burgueses y caciques en el Cádiz de la Restauración (1876-1909): economía, vida política y pensamiento de una ciudad en crisis, nos sitúa en el contexto de este proyecto. Por lo que nos cuenta, fue a finales de 1886 cuando un grupo de burgueses de Cádiz
planteó por primera vez la construcción de estas “líneas económicas”
para facilitar las comunicaciones de la capital con los pueblos de la
provincia.
Este autor nos explica que inicialmente se previeron dos líneas, una nornordeste (que probablemente fue el germen de la obra emprendida décadas más tarde, bajo el gobierno de Primo de Rivera, y que ha desembocado en nuestra actual Vía Verde), la cual iría desde Jerez a Olvera pasando por Arcos, Bornos, Villamartín, Puerto Serrano y Algodonales; y otra costera desde San Fernando a Tarifa. Se trataría en ambos casos de ferrocarriles de vía estrecha.
Pero el presidente de la Diputación de entonces, Cayetano del Toro, abogó por que la primera vía llegara a Ubrique y Grazalema y conectara “con la línea general Este de los ferrocarriles andaluces”.
En 1893 se reunieron los Ayuntamientos interesados con autoridades de la Diputación para valorar la financiación de la obra (RIVF, 1 agosto 1893):
Hay que aclarar, sin embargo, que, anteriormente, el gobierno de Alfonso XII ya había manifestado su intención de comunicar la Sierra de Cádiz con el resto del país mediante este moderno medio de transporte, a juzgar por una ley que se promulgó el 12 de junio de 1880 y cuyos primeros artículos rezaban así:
Y, años más tarde, ya bien entrado el siglo XX, seguía hablándose de la posibilidad de un tren que pasara por Ubrique, según leemos en el número 885 del periódico Madrid Científico (año 1916):
Más sobre trenes decimonónicos
Por otro lado, en uno de los números de la Revista Ilustrada de Vías Férreas que estamos comentando leemos que el tren más rápido de Europa en la época (1894) era el que volaba de Londres a Liverpool a la vertiginosa velocidad de 75 km/h. Este superaba en rapidez incluso a los llamados “trenes relámpago”, el más veloz de los cuales cortaba el aliento: ¡72,7 km/h!.
Tras presentar una lista de los 34 trenes más rápidos de Europa, el
articulista hacía un comentario de parecido tenor al que iba a escribir
yo:
Y para terminar, un poco de publicidad extraída de una de estas revistas:
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